jueves, 29 de noviembre de 2007

CUBA: LA NACIÓN Y LA PROBLEMÁTICA RACIAL

Apuntes (de actualidad) en torno al tema

Por: Msc. María Ileana Faguaga Iglesias
Antropóloga e Historiadora


La problemática racial en la Cuba de hoy, esa que nos comprende a quienes hemos nacido aquí y a su descendencia siempre que nos sintamos cubanos –sin importar su lugar de residencia ni su credo político-, viene siendo en los últimos tiempos una de las cada vez más tratadas y, paralelamente, de las cada vez más polémicas, polemizadas y, pareciera que hacia el futuro inmediato, de las que será más polemizables.

Actualmente, quizás lo más interesante no sea lo polémico del tema. Puede que su mayor interés radique en el hecho de que, quienes nos enfrascamos en este, no siempre tenemos claro que lo importante no está en imponer criterios –lo que se ha instituido como parte del ser cubano-, sino en que nos acerquemos y nos encontremos en torno a una problemática que nos debería implicar a todos quienes hoy tengamos la voluntad de ser cubanos, preparándonos en el ejercicio de la búsqueda de consensos allí donde sea posible, para lo cual será imprescindible que aprendamos a flexibilizar y a exigir, a dialogar y a reclamar… a negociar.

Aplicarse en el discernimiento de asuntos concernientes a la(s) identidad(es) es propio de naciones jóvenes. Aun con nuestra condición física –y psicológica- de isla, Cuba no es la excepción, aunque en ocasiones así lo creamos o, peor, lo pretendamos. Ese discernimiento, que discurre como procesos de (auto) reconocimientos más o menos aislados, más o menos imbricados, en la Cuba actual implica tener presentes algunos elementos fundamentales, que no deben escapar del análisis en tanto se mantienen por casi medio siglo gravitando en nuestra realidad, desde la macro hasta la micro comunidad.

Consideraciones insoslayables

--- La política del gobierno cubano, con sostenida tendencia a la rigidez, a tolerar o reconocer –con mucha dificultad- escasos espacios internos de autonomía, concibiendo los circuitos de reflexión, información y construcción de conocimiento como parte de sus trincheras –su recién pregonada y siempre librada batalla de ideas así lo muestra-, limitando y hasta impidiendo las necesarias introspecciones, indagaciones, consideraciones, interrogaciones y cuestionamientos sobre nosotros mismos.


--- El diferendo político entre el gobierno isleño y sus homólogos estadounidenses transversaliza prácticamente toda realidad cotidiana de la población cubana –incluso fuera de la Isla-, sin distinguir si la persona en cuestión tiene o no algún tipo de comprometimiento político militante.

--- La emigración, con sus diferenciadas características: según el momento histórico en que aconteció, el estrato social al que pertenecían los emigrantes, la edad al momento de emigrar, los vínculos afectivos con el país de origen, la raza, el lugar de asentamiento, etc.

--- Internamente, la pertenencia generacional, el nivel de conocimiento y de información en torno al tema, la política tabú respecto a este, la tenencia o no de conciencia racial y la militancia política, entre otros elementos, han hecho/hacen su parte.

¿Divisionistas? ¿Agentes enemigos? ¿Racistas? ¿Alarmistas?

Divisionista ha sido la categoría acusadora con la cual, durante más de un siglo, la población cubana negra –incluyo en esta a la mestiza- ha sido señalada, estigmatizada y demonizada cuando ha pretendido hacer valer su derecho a ser tomada en cuenta en la conformación de los proyectos políticos de nación. Los llamados padres fundadores de la nacionalidad cubana, desde José Antonio Saco hasta Carlos Manuel de Céspedes, enarbolaron diseños excluyentes para una Cuba en la que la población negra, en el menos traumático de los propósitos –para sus connacionales blancos- fuera ciudadana de inferiores categorías mientras paulatina y sostenidamente, con la estimulación a la inmigración blanca, desapareciéramos, procediéndose a lo que hoy llamaríamos limpieza étnica, entonces considerada una forma de blanqueamiento social, en lo que tuvo a finales del propio siglo XIX el respaldo de la Sociedad Antropológica de Cuba(1).

Cuando cubanos distinguidos –por la posición intelectual(2)o política, etc.- reclaman sus vínculos con la Madre Patria española –cuyos componentes étnicos y raciales conforman nuestra nacionalidad, pero no son los únicos- o intentan reivindicar a aquella como el fundamento, el tronco, de la nacionalidad cubana que hoy vivenciamos, apenas reproducen el ideal nacional con el cual, en el siglo XIX, se lanzaron a la lucha por la independencia gran parte de la oficialidad blanca que libró las Guerras Independentistas del ‘68 y del ‘95. Ese fue el ideal de nación que se impuso en la República de 1902, cuyo primer presidente, Tomás Estrada Palma, había sido uno de aquellos oficiales independentistas. Ese fue el ideal por el que se hizo necesaria la creación del Partido de los Independientes de Color (agosto, 7/1908)(3). Fue, igualmente, el ideal que fundamentó la masacre de que fueron víctimas los Independientes de Color (1911). Y, pese a que lamentablemente continúe dudándose, ese fue/es el ideal por el cual durante casi un siglo se silenció lo que tendenciosa, humillante y muy cuestionablemente han dado en denominar la Guerrita de los Independientes de Color. Pero, ¿acaso es otro el ideal en que se sustentan quienes sacrificaron –con otros métodos- a Walterio Carbonell(4)por reclamar definiciones hacia la población negra durante los años ‘60 del siglo XX? ¿Es que fue otro el fundamento de quienes condenaron al exilio a Carlos Moore(5)por igual motivo? ¿Tienen otro ideal quienes declararon el tema afro –racial o no- como tabú, e, igualmente en el menos malo de los casos, lo folklorizaron/folklorizan, endilgando la renovadora categoría de agentes enemigos o la ya trasnochada de racistas, y, quizás, la de confundidos, a quienes insistimos en abordarlo y lo hacemos con independencia de criterios? ¿Qué otro ideal justifica el racismo –incluso muchas veces manifiesto(6)- de la academia cubana? ¿Cuál otro ideal respalda el racismo evidente en la escuela de ballet, que ha encontrado su ahora necesaria excusa en algún joven antropólogo –blanco- que intenta certificar desde la ciencia la ineptitud de las niñas negras –interesante combinación, muy recurrente, de discriminación por raza y sexo- para la práctica del ballet y, cuando no le queda recurso en la ciencia, acude al conocido arquetipo diciendo: no llegarían a nada, porque son simplemente vagas?(7)

Narrativas de la nacionalidad

Narrativas politizadas y racializadas –siempre polarizadas- de la nacionalidad cubana parecieran imponerse en determinados espacios de poder o de pugnas por este, ignorándose o pretendiéndolo, a los millones que conformamos y sostenemos a la nación, cualquiera sea el credo impuesto –cultural/religioso, racial, político, económico- por sus élites, de ayer y de hoy.

Coinciden, aquí y en el exterior, con independencia de sus militancias políticas, quienes perciben el futuro cubano sin la necesaria reevaluación de la nación, también, en lo racial. Coinciden, acá y allende nuestras costas, quienes nos consideran alarmistas y pretenden que de lo que se trata en Cuba no es de conflicto racial, sino de clases, lo otro es un error. Se encuentran, igualmente, quienes reciclándose al estilo de no, yo nunca he sido racista, procuran apadrinar intelectualmente a alguna persona negra y hacer ebbò(8)por si acaso… porque quién sabe lo que va a pasar, hasta dónde van a llegar estos negros; entre estos, se sitúan los que apenas hasta ayer negaban la necesidad de estudiar el tema porque aquí no hay racismo, esto no es Estados Unidos, y ahora se autoerigen en especialistas en la temática y, en el caso de ser negros, pugnan por autoerigirse en nuestros líderes, pregonando yo sí, siempre he dicho que aquí hay racismo, pero no me han seguido otros negros, porque lo que hay es que hablar, decir las cosas a las autoridades, como yo siempre he hecho, donde quiera que he estado(9).

No faltan los historiadores –profesionales y autodidactos- que lejos de explicar intentan justificar con lo acontecido en el siglo XIX y antes de 1959 el actual racismo existente en Cuba. Ni los que procuran liberar de racismo al Ejército Independentista –a pesar de que una de las causas de la desmoralización de sus tropas y que contribuyera al fin de la Guerra de los 10 Años (1868-1878) fue el racismo de muchos de sus oficiales y de sus tropas, llegando a negarse a subordinarse a oficiales negros- y pretenden recordarnos que tuvimos a Antonio Maceo, Quintín Bandera y Guillermón Moncada, todos negros, entre sus más destacados oficiales, olvidando ellos el magro favor que hicieron a la causa independentista los oficiales que entregaron la guerra a los españoles –por cierto, eran blancos- y el valor acrecentado de la Protesta de Baraguá, protagonizada por el general Antonio Maceo, quien se negaba a renunciar a la lucha. Destacan los estudiosos y activistas de la temática racial que concentran en la burguesía anterior al ‘59 la responsabilidad histórica del racismo en Cuba, con lo cual explican el apoyo ofrecido por un sector de esta a la lucha de Fidel Castro en contra del gobierno del mulato Fulgencio Batista, mientras otros de esos estudiosos hallan precisamente en ese gobierno la inexistencia del racismo en lo que pudiéramos considerar la primera república cubana. Otros, igualmente imaginativos, advierten la existencia de racismo únicamente en el gobierno cubano actual, heredero –dicen- de aquella burguesía racista que antes gobernó (el país) y que lo apoyó, afirmando que, en la calle, no hay racismo. Aquí el negro y el blanco se juntan, se casan, se quieren, y no andan mirando eso de quién es blanco y quién es negro, eso lo hace el gobierno(10).
Convergen, por encima de diferencias políticas, en la Isla y en la emigración, quienes insisten en la políticamente acertada y conveniente idea de que Hombre es más que blanco, más que negro y más que mulato(11), o en la pertinencia del engaño de las razas(12), lo que nos anticipara en la década del ‘40 (1946) el polifacético Fernando Ortiz, nuestro primer antropólogo sociocultural, y que a fines del mismo siglo nos confirmara la genética. Unos y otros concuerdan en la refutación del término afrocubano que Ortiz introdujera en la academia cubana.

Valdría aclarar que, si bien las razas biológicamente son una falacia, como ya demostrara la ciencia, su oportunista construcción histórica ha quedado en el imaginario y se reitera y multiplica en todos los espacios: físicos y culturales(13). Infelizmente, los mecanismos de división –lo que significa ejercer violencia psicológica y puede que física- entre los humanos, calan en los imaginarios hasta inconscientemente. Tampoco en esto es Cuba una excepción, lo que muchos desearíamos. Reproducimos el racismo en cada uno de los niveles sociales, sin distinciones generacionales ni políticas. El incremento de matrimonios interraciales no puede ser considerado, imparcialmente, un indicador de lo contrario; muchos de esos matrimonios no dan cuenta de ausencia de discriminación sino de oportunismo racial, económico, etc., de cualquiera de las partes o de ambas. No contar con disposiciones para la segregación racial territorial, escolar, etc., no significa que no la tengamos; las escuelas de ballet siguen teniendo prevalencia de alumnos blancos y las de deporte de alumnos negros; los barrios residenciales siguen siendo mayormente habitados por personas blancas o que se consideran tales y los denominados barrios marginales o diferentemente favorecidos siguen siendo mayormente habitados por personas negras o cercanas a estas; las universidades, notablemente en las especialidades de humanidades, continúan teniendo mayoría de estudiantes blancos, lo mismo que las escuelas vocacionales de ciencias exactas; las modelos son casi exclusivamente blancas y las deportistas generalmente negras, como negra y joven es mayoritariamente la población penal… y… sería largo el etcétera.
Casi 50 años después de establecerse en el poder, ante evidencias que no necesitan saltar a la luz pues siempre han estado ahí, acrecentándose –de lo que dan cuenta los jóvenes raperos, entre otros-, el presidente cubano por vez primera no sólo reconoció el hecho –lo que tímida y esporádicamente ha venido haciendo en los últimos 7 años- sino que le dedicó especial atención en la entrevista que le realizara el periodista franco-español Ignacio Ramonet(14). Esto, en una sociedad en la que todo tiene que venir desde arriba, sabemos los de aquí que cobra especial significación.
Cuando hasta el presidente con el que, unos concuerdan, le alaban y apoyan, y otros discrepan, le critican y se oponen, reconoce la existencia de racismo en Cuba, llama la atención que, en uno y otro grupo, entre sus seguidores como entre sus opositores, tantos se afanen en silenciarla, en disminuir su real significado –identificando como prejuicio racial aquello que es simplemente racismo, donde por supuesto que el prejuicio desempeña un rol, no más-. Convienen, unos y otros, en rechazar el empleo del término afrocubano, que consideran propio de otros contextos; para los primeros, su utilización trataríase de una influencia estadounidense, cuya realidad racial nada tiene que ver con la nuestra, pues allí la población negra ha intentado crear una nación dentro de otra, donde los blancos les han tirado los perros… etc.; para los otros, en EE.UU. sí tienen razones para usar el término afroamericano –¿olvidan que ese es apelativo que podemos emplear todos los nacidos, con componente negro, en este continente?-, aquí no, aquí todos somos cubanos, porque en la Guerra de Independencia tuvimos integración(15).

… ¿A qué llaman integración?
… ¿De qué tipo de integración están hablando?
Son algunas de las interrogantes imprescindibles de puntualizar y cuyas respuestas es menester precisar. Cuanto antes, sería mejor.
… ¿Estamos integrados como ciudadanos categorialmente al mismo nivel?
… ¿Es eso lo que indican las condiciones de vida en que, mayoritariamente, nos desenvolvemos blancos y negros?
… ¿Es lo que indica la población penal?
… ¿Es lo que indica el ejercicio real de la posibilidad de acceso a los estudios universitarios, de post graduación, etc.?
… ¿Es lo que muestra la televisión?
… ¿Es lo que vemos en los círculos infantiles?

Destaca la reiteración con que, en determinados espacios –incluso en algunos que deberían ser de reflexión y producción de conocimiento- se enfatiza en el carácter indiscutiblemente mestizo de nuestra cultura nacional, obviándose –¿intencionalmente?- sus dominios –reales- de aislamiento –escasos pero innegables - y los lapsos existentes entre la vivencia del mestizaje y su reconocimiento y asimilación consciente. Quienes aquí hemos vivido durante estos 47 años, sabemos –a menos que no nos afecte negativamente y, entonces, no queramos verlo- de la reincidencia de tratamiento diferenciado entre cubanos, igualmente, por motivos raciales. Hemos nacido y hemos continuado siendo ciudadanos de categorías superiores e inferiores, atendiendo al color y al cabello, elementos raciales distintivos en Cuba. Mientras eso suceda, habremos los que sabiéndonos cubanos –culturalmente hablando- y con explícita vocación de serlo, preferiremos y nos asiste el derecho natural de reivindicarnos como afrocubanos, destacando de nosotros la herencia etno-racial por la que se pretende disminuirnos, aunque –interesantemente, pues no es independencia de criterios lo que debe mostrar un(a) buen(a) negrito, que es lo que debemos ser para integrarnos- disgustemos a las partes.
Como en el caso de la religión, la constitución cubana rechaza la posibilidad de la existencia de discriminación por motivos raciales. No obstante, la legislación del país no dispone leyes que garanticen esos derechos; el Código Penal no complementa lo constitucionalmente expuesto. Como la población religiosa cubana, la población afrocubana -que puede coincidir con ser religiosa- queda sin la posibilidad real, legal, de hacer valer su derecho constitucional –acreditación de su derecho natural- a no sufrir discriminaciones por motivos raciales, lo que parcializa su carácter de ciudadanos. NO… No se trata de auto victimización. Se trata de equidad, de justicia social con y para todos y cada uno de los sectores sociales. Se trata, entonces, de justicia racial.


La Habana, sábado 17/nov/2007.-



NOTAS


1. La Sociedad Antropológica de Cuba (octubre 7/1877) se caracterizó por un profundo sentimiento racista antinegro. La población negra, habitualmente caracterizada por los médicos españoles como vaga, glotona, supersticiosa, fetichista, entregada a las bajas pasiones… primitiva, constituía una preocupación para los médicos cubanos de finales del siglo XIX, quienes consideraron oportuno –pese a los problemas políticos y sociales que pudiera conllevar- incrementar la inmigración blanca, específicamente española. En la Sociedad se privilegió el criterio de que, finalizada la esclavitud, la población negra debía mantenerse aislada, que se debía aumentar su nivel educacional y cultural, para de esta forma resolver algunos de sus problemas sociales. (Beldaraín. Pág. 144) Según el médico José R. Montalvo, en Cuba la raza blanca superior veía casi equiparada su fuerza por las dos inferiores que pululan en nuestros campos y ciudades, la negra africana y la china, envolviendo esto un peligro para la civilización del país (En: Beldaraín. Pág. 140). Llegaba igualmente lejos el naturalista español Pedro Valdés Ragués, quien lamentó que, en la Isla, ¡Hasta las operaciones cesáreas favorecían a los negros! (Beldaraín. Pág. 142), siendo mayor el número de niños negros salvados por estas, en lo que nos unimos a la duda del especialista Beldaraín.
Beldaraín Chaple, Enrique. Los médicos y los inicios de la Antropología en Cuba. 2006. Fundación Fernando Ortiz. La Habana (Cuba)

2. Nuestra matriz es indiscutiblemente hispánica. (…) porque su cultura fue la que le dio armazón a la identidad de esa nueva realidad que se fue gestando paulatinamente y que es, precisamente, esta Cuba que llevo dentro.
De Céspedes, Mons. Carlos Manuel. “Cuba, la que llevo dentro”. Conferencia. Aula Fray Bartolomé de las Casas. Convento, dominico, San Juan de Letrán. Nov. 25/2004. En: Internet. Univ.nternacional de la Florida. Centro de Estudios Cubanos. Consultado, feb. 27/2006.(Subrayado de la autora.)

3. El Partido de los Independientes de Color –de plataforma integradora a la par que reivindicadora de los derechos de la población negra, aunque mal intencionadamente hasta hoy se le sigue calificando de racista-, la Guerra de 1911 –en realidad la mentira y la masacre de que fueron objeto sus participantes-, sus antecedentes y sus consecuencias no suelen ser incorporadas en los planes de estudio en los distintos niveles de enseñanza. Los independientes de color, obra de Serafín Portuondo Sánchez, hijo de uno de los protagonistas de Los Independientes, que fuera publicado en 1950, no se reeditó en Cuba hasta el 2002, aunque muchos queríamos su presencia en nuestras librerías. Recientemente se proyectó en la televisión nacional –no muy promocionado ni en el canal principal, en horario de competencia con programas de mucha teleaudiencia-, el documental que sobre el hecho hiciera la realizadora Gloria Rolando.

4. Destacado intelectual cubano, negro, proveniente del Partido Socialista Popular (comunista). Integrado en la triunfante revolución castrista, fue detenido, encarcelado y se le aplicaron electro shoks por insistir en la necesidad de tratar con especial énfasis la problemática racial en Cuba. Su obra de relectura de la historia nacional, publicada en los ’60 (siglo XX), se reeditó recientemente, en facsímile, únicamente para personalidades. Luego de su salida de prisión, en acelerado estado de deterioro, suele vérsele trabajando en la Biblioteca Nacional José Martí, relegado al olvido por muchos y venerado a distancia por tantos.

5. Destacado intelectual cubano. Heredero intelectual del maestro W. Carbonell, quizás el único cubano que debió abandonar su país asilándose en una embajada africana. La única mención que recuerdo sobre él en la prensa nacional fue un breve párrafo calificándole de agente de la CIA. Actualmente vive en Brasil, donde imparte cursos en universidades y continúa escribiendo. Castro, the Blacks and Africa (1988 y 1991). Universidad de California. EE.UU.) puede considerarse, hasta el momento, su obra cumbre; nunca ha sido editada en Cuba. Su más reciente obra sobre la temática la escribió con el auspicio del gobierno brasilero y está por publicarse.

6. Estudiosos cubanos, blancos, han manifestado públicamente, en espacios académicos, la incompetencia de sus colegas negros para estudiar la temática racial, aduciendo que estamos condicionados por el color, por lo que nos consideran incapaces de analizar científica y objetivamente el problema.

7. Trabajo de campo de la autora. El estudioso mencionado presentó en la Casa de África, en taller público de carácter internacional (2004), una ponencia sobre el tema, que aunque suscitó numerosas intervenciones de estudiosos contrariados por su tesis, motivó fuera entrevistado por un periodista cubano que consideró muy inteligente la propuesta del joven investigador, divulgada hacia el exterior por una agencia extranjera de noticias.

8. Ebbo: Limpieza ritual realizada para alejar la mala suerte. Propia de la Regla de Ocha o Santería.

9. Citas recogidas en trabajo de campo de la autora.

10. trabajo de campo de la autora.

11. José Martí.

12. Ortiz, Fernando. El engaño de las razas. 1975. Editorial Ciencias Sociales. La Habana (Cuba)

13. Si quedara dudas sobre la construcción histórica de la categoría racial y su importancia en los imaginarios culturales, consideremos la paradoja de que el Premio Nobel James Watson, descubridor del ADN, quien sufrió discriminaciones como judío, debió dimitir de su responsabilidad como rector de laboratorio Cold Spring Harbor, tras sus recientes declaraciones cuestionadoras de la inteligencia de los africanos. Todas nuestras políticas sociales se basan en el hecho de que su inteligencia es igual que la nuestra, mientras que todas las pruebas dicen que no es así, aseguró.
Reuters. Octubre 28/2007. Internet.

14. Ramonet, Ignacio. Cien Horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. 2006. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana (Cuba). Págs. 228-233.
Los negros no viven todavía en las mejores casas, se les ve desempeñando trabajos duros y a veces menos remunerados, y son menos los que reciben remesas familiares (…), expresó el presidente Castro. Ob. Cit. Segunda edición revisada y enriquecida por el protagonista. Pág. 261.

15. Todas las citas del párrafo son resultado del trabajo de campo de la autora

1 comentario:

Pedro dijo...

Bravo, que lastima no haberle leido antes, La decana de el Movimiento Afrcuabano sin duda

EXPLOSIÓN SUPREMA: LOS RAPEROS DEL TERROR.

por Ismael González Castañer.


Para el común, Explosión Suprema serían cuatro negrones (“Tan solo por tener seis pies de altura/ o tener la piel morena o la tez oscura/ debo ser víctima de tu incultura”, denuncian en su antológica pieza Alerta), a los que las muchachitas (atraídas por su porte, sensualidad o serpenteo) descaradamente calificarían de mangones: “Porque su actuación —justificaría una de ellas, sofocada— nos deja siempre listas, preparadas [como agua] para el cho-co-la-te-o”.


-Michel Hermida Martínez: Maikel Miki Flow: 15-11-1976. Mulato. Operador de audio, gastronómico. Madre bailarina de Tropicana, retirada. Básquet. Breakdance. Su rap Pienso llama a la fraternidad. Último en entrar al grupo, en el 99.

-Isaac Amado Torres Frómeta: Criminale Flow: 9-6-1979. Moro. Mecánico de Taller. Estudia Sociocultural en la Universidad. Su rap Mastica Flow revela la “agresividad estética” de Explosión Suprema. Pasatiempo: el cine, en todas sus manifestaciones.

-Reynor Hernández Fernández: Mahoma: 19-9-1979. Negro. Director-fundador del grupo. Técnico pruebas funcionales respiratorias. Madre Dra. Leonor Fernández Ibáñez, representante del grupo. Su rap Mahoma habla de la voluntad para alcanzar una meta. Especialidad culinaria: Congrí al Escalope.

-Etián Arnau Lizaire: Brebaje Man: 9-1-1981. Muy prieto y delgado. Fundador de Explosión Suprema. Básquet. Breakdance. Su rap Jode expresa la atención que debe primar en el trato con cualquier tipo de persona. Cocina el mejor Puré de Papas-Huevo-Mantequilla de todo Alamar.



Una noche cualquiera de peña rapera, el anunciador juega con la palabra “explotar” y la sala —formándole mejor bulla y euforia que a los conjuntos precedentes— ya sabe que viene —literalmente— la agrupación más representativa del panorama rapero. ¿Lo será de verdad, será la más? Existe sólo un teléfono que lo puede confirmar… Primero sale Michel con guayabera y bermuda de amplia pata [shortpeta —dicen los más jóvenes]; pelado bajito; hace círculos con el brazo como si operara acetatos a la manera del DJ; baja corriendo a la primera fila, choca palmas, sortea agentes, corretea más por los laterales, vuelve. Segundo entra Isaac con grelos [dreadlocks: haces rizomáticos de cabellos rizos colgando por toda la cabeza], cinta azul tapando la frente, gafas oscurísimas, camiseta blanca; trae agarrado un pomo plástico de agua [se adquieren sólo en verdehalago]; rapea en guardia flexionando las piernas en forma de “tijeras”. Tercero: Etián toma el micro completamente hacia arriba haciéndolo topar con la visera de su gorra tipo pescador de agujas; marca el tema con el pie siniestro; su rostro molesto emite una voz aguda e incisiva que enardece a la afición. Cuarto: Reynor ya tiene la vena de la sien y la del cuello, grosas, y ondea la pinta, el pañuelo con su mano derecha como si sacudiera una gallina/ cual estopa/ estropajo. Ahora los cuatro corean “¡Cómo tú te pones cada vez que me ves!” y el público, de pie, con ritmo, gritando “¡OYE, SÍ!”, le dirige su índice en señal de total aceptación. Todos son diestros, aunque no se dan la mano al encontrarse, sino un beso hermano. No se han tatuado porque, o bien no hallan diseño matador, o bien no acaban sus problemas económicos, aunque el caso de Etián es estéticamente contundente: «Soy muy oscuro, no luciría el dibujo en mi piel». El interés por la Pelota sólo se produce al final, justo en los Play-off, aunque Reynor es más “novelero”. Michel ya tiene un nombre en la Regla de Ocha por Changó, y Etián posee su iniciática Mano Verde-Amarella. Explosión Suprema tuvo su primera presentación pública el 12-13 de octubre de 1998 en “la Chusmita” de Alamar, junto a grupos como Hermanos de Causa, Trampa Explosiva, y Lobo Marginal. No pertenecen a la Agencia Cubana de Rap.


¿Por qué el nombre Explosión Suprema?


Para que cada actuación —argumenta Reynor-Mahoma— sea un gran estruendo que impacte la conciencia del público. Algo distinto, no esperado; algo tan grande que deje a la gente excitada; algo deslumbrante.

Explosión Suprema es eso mismo, una bomba —reitera Michel produciendo la onomatopeya TÁKATA al chocar, de canto, su mano derecha contra la izquierda—: la palabra rap.

Conversando acerca de cómo perdura el cliché El negro está excepcionalmente dotado para el deporte y la música, caímos en que todavía, si deseamos convertirnos en médicos o ingenieros —como dijo el célebre realizador afronorteamericano Spike Lee— tenemos que ser “diez veces mejores”. ¿Qué opinión les merece la filosofía noruega del emblema de un festival de jazz sueco: “La música me salvo del deporte”?

Reynor-Mahoma: La música tiene la virtud de reproducir mis pensamientos. El deporte me encanta; pero más como un hobby natural que me sana y ayuda a despejar.

Etián-Brebaje Man: La música forma parte de mi trabajo, tengo planes con ella. El deporte, para mí, es un vicio saludable.

A Michel-Maikel Miki Flow ambas cosas —música y deporte— ni le salvaron ni le restaron: Han sido parte de mi vida —dice— en todo lo que soy. Miki agrega: Hubiera podido ser médico o ingeniero también: la mamá de Reynor es la directora provincial de Neumología, y es negra.


¿Cómo es un día de creación?


Etián-Brebaje Man habla de lo engorroso que resulta trasladarse de Micro 10 a La Habana para realizar backgrounds. Pero después que llegamos —asegura contento—, que empezamos la pincha, y que está saliendo buena, te da la alegría esa de saber que lo que tú quieres, o sea tu trabajo, lo estás haciendo bien hecho. El ánimo sube por completo.

Reynor-Mahoma cuenta que terminado el trabajo, no vive hasta mostrarlo también a su mamá y amistades del barrio: «Un criterio siempre vale, influye».

Michel-Maikel Miki Flow: Reynor, la mayoría de las veces, hace un tema entero y lo distribuye entre nosotros: “Mira, tú cantas aquí, tu empiezas allá”. Cuando el tema es mío, entonces hago yo la distribución. Después, cada cual arregla su parte de acuerdo con la forma que canta. También tenemos cosas solos: Mahoma, Reynor; Jode, Etián; Mastica Flow, Isaac; y Pienso, yo. Cada una nos define personalmente.

Reynor dice que en Mahoma aconseja al que tiene talento, que vaya a explotarlo. De nada sirve estar en tu casa diciéndote “Soy el mejor en esto, soy el mejor en lo otro” y no seas capaz de desarrollarlo. La loma es el objetivo; y Mahoma, la persona o el talento de la persona.

Para Jode explica Etián: Hablando chabacano como hablo yo, refiero que uno tiene que estar en talla con la gente. No es que tú seas malo, ni que busques problema, ni que te metas con nadie. No. Sino que tienes que estar en talla [en este caso: atento, alerta] con el que se te acerca en buena forma, en mala forma, como quiera.


M-M M F: Pienso es el llamado que hacemos a la gente y a los demás raperos: “¡Oye, vamos a unirnos, y vamos a formar cosa aquí!”. También hablo de otras cosas que están pasando. Hay mucho talento pero algunas instituciones no les da oportunidad de demostrarlo. Entonces, nos duele durísimo, muchísimo, por ejemplo, que un extranjero valla a estas instituciones, buscándonos, y no nos vea allí porque no pertenecemos todavía a ella, ¿me entiendes? También, con Pienso digo lo que está pasando en Alamar: Antes, el movimiento Jipó (Hip Hop) en Alamar era el más fuerte que había. No es por lo comercial y el reguetón, sino porque está solamente en Alamar —puedes cantar lo que quieras porque cada cual hace lo que le gusta; tú puedes ser comercial, a mi no me gusta, pero si a ti te gusta, ya, a ti te gusta; pero ¡mi hermano, sal de Alamar! Tienes que ir al Vedado, a Buena Vista, pa que la gente te conozca, pa que sepan lo que haces.

No escogieron la escultura o la trova como medio de expresión; escogieron el rap. ¿Cómo llegó la vocación?

R-M: Cuando chicos, Etián y yo cantábamos raps por la calle en un inglés que nunca existió. Un inglés inventao de esos. Y tuvimos un debate con un trovador, Yamni, acerca de qué género era mejor. Apostamos para ver quién hablaba más. Esto fue el impulso para que fundáramos el grupo. Nuestro primer número se llama El guitarrista nunca se acaba. Lo tengo archivado. El papel ya está amarillo. Por el 96. Primera canción que hicimos. Algún día la sacaré, como un remember… Escogí el rap porque pienso que es más abierto; comunica tanto como expresa con proyecciones y palabras y con la imagen de uno mismo.


E-BM asegura que escogió el rap porque ya venía con él. Para corroborarlo, rememora cómo él y un amigo de la infancia —Michel Biel— ya bailaban breakdance desde tercer grado en la Primaria. —Yo hacía una cosa que ahora no puedo hacer: me tiraba en el piso y daba una pila ‘e güelta —lamenta Etián, ¡que tan sólo posee 23 años! En el Pre comienza a escuchar y cantar números de Primera Base y Anónimo Consejo; se mete en Teatro y empieza a componer con Reynor.

Ya como grupo —comenta R-M—, hicimos la audición en La Madriguera [sede de la Asociación Hermanos Saíz de Ciudad Habana, Quinta de los Molinos del Rey] para el Festival del 98 y no la pasamos. Novatos al fin, cantamos paraos como una estatua. Hicimos la expresión; pero vocal, no corporal ni nada.

Me dirijo a Michel-Maikel Miki Flow: ¿Cómo los conociste; cómo llegó a ti la vocación?


M-MMF: Desde los 15 años vivo en Alamar. Este [se refiere a Reynor] y yo nos conocimos de jevitas y esa bobería, de la discoteca, del barrio; y a este [se refiere a Etián] del básquet y esas cosas. Siempre fui bailador, lo mío era bailar. Siempre estaba en los retos, retándome con la gente por ahí con esos bailes —breakdance, pigüe, soultrain—; le descargaba muchísimo a to esos bailes…Y ná, jugando básquet Etián me echaba rapeando. “Yo también, mi hermano; no te ponga pa eso, yo también”, le decía, hasta que me propuso ‘Hagamos un tema’, y hacemos uno supercómico —Porteros del infierno, evoca Etián y se ríen—. Etián habla con Reynor para que yo esté en el grupo. Reynor me dijo: “Oye Michel, a partir de mañana cantas con nosotros. Te tienes que aprender esto y aprenderte lo otro”. No podía creerlo y pa ver si era verdad le dije ‘Vamos pa tu casa a buscar los papeles’. Fuimos payá y tremenda locura formamos, y todo bien, y hasta hoy.

Algún que otro especialista cree que el rap no es un género musical propiamente, sino una modalidad oral de la comunicación contemporánea a secas —como pueden serlo la narración oral escénica, un performance, la docencia—, mientras que para el campesino griego, aún, “la poesía es el lenguaje que canta/ un poeta es un cantor”. ¿Cómo define, cómo caracteriza Explosión Suprema su arte?

R-M: No veo diferencias. Para mí el rap es melódico también. Su lenguaje es más crudo, más natural, menos ficticio, por ejemplo, que el lenguaje de la salsa. Nuestro hacer es más “a secas”. El arenbí [R&B: Siglas del ritmo afroamericano que llamamos moña] es más cantado.

E-BM protesta: No tiene diferencia con nada. Tiene background, notas musicales, la letra posee mensaje. Si no lo quieren entender, por la manera en que se dice, son otros 20°°.

M-MMF: El rap viene también de lo que hacía Martin Luther King, o Malcom X en sus discursos políticos —hablar con cierto ritmo y cadencia para transportar las ideas—. Y los esclavos.

E-BM —entre onomatopeyas que inventa para la mocha cortadora y para la percusión del cencerro de las congas— me dirige esta especulación: ¿No piensas que hubo un esclavo que le hacía así —“chús-chús”— a la caña, y que haciéndolo —Se ponía a hablar mal del mayoral —interviene R-M— cantaría “Machetona machetona mache-chús aé”, obteniendo un ritmo —“quinti-quitinqui/ quinti-quitinqui”?

R-M: La virtud del rapero es que opaca la música con su mensaje; y se fija más en el contenido de las palabras que en el musical.

Por fin, ¿cómo caracterizarían el rap que hacen?

E-BM: Underground con mensaje. Ahora, que en un tema hablemos de las flores… adapta las flores al rap underground que hacemos y saca conclusiones. Nuestra forma de vida es underground, no porque seamos unos indeseables —me falta un diente, y cualquiera me compara con el más malo de la película, ¡y mentira!, normal.

Asentimos bajando la cabeza y nos sorprende el autostop del pequeño grabador de la entrevista. Entonces, leo algunos momentos del concepto “Hip Hop Revolución” que Anónimo Consejo puntualizara en el No. 1 de Movimiento (Definirnos fuera de la polémica comercial-underground/ Vestirnos tradicionalmente y con símbolos revolucionarios/ Tomar las cosas como son y revolucionarlas/ Cantar de manera valiente, atrevida, sin ambigüedad, sin rodeos/ Revolución de pensamiento, de forma de escribir, de expresarse y representar la vida), y les pregunto: ¿Qué es Explosión Suprema en el concepto “Hip Hop Revolución”?

R-M: Para mí es progresar. HHR es cambio para bien, mejoramiento.

M-MMF + E-BM expresan que aunque no tengan una canción que hable de la Revolución directamente, o de la historia cubana, o la solidaridad internacional, aún así están dentro de esto y lo defienden.


¿Qué sería lo específico de Explosión Suprema en el concepto?


—Lo natural —responden—. Ser siempre lo que tú eres; no querer ser lo que tú no eres. Eso es HHR. Tu idea, tus pensamientos, la razón por la que vives, por la que haces música, todas esas cosas son HHR, para nosotros. Hay gente que adopta la frase sin haberle visto el sentido, el objetivo, el símbolo; lo ven como “cantarle a la patria”, “cantar con rebeldía —el que grita más, el que más fuerte dice las cosas, “ponerse una gorra verde”— y es eso y mucho más.

Y declaran su acuerdo con el mensaje Globalizar un futuro mejor que Adeyeme y Sekuo, los militantes de Anónimo Consejo —a quienes consideran “los Van Van del rap cubano”— dan en sus presentaciones.

KrsOne menciona nueve elementos caracterizadores del Hip Hop: Breakdance, Emcee [Maestro de ceremonias], Graffiti, DJ, Beatboxin [Sonidos con la boca], la Moda Callejera, el Lenguaje Callejero, el Conocimiento Callejero, y el Arte de los Negocios Callejeros. ¿Cómo se reflejan en nuestro país?

R-M confiesa que no sabe dibujar. Por falta de recursos siempre han sonificado con la boca. Consideran que el Conocimiento Callejero (modos de comportarse y cosas que no se aprenden ni en la casa ni en la escuela) sí define al Hip Hop: “Superválido; ahí es donde nos identificamos con el público; la mayoría son jóvenes que están en la calle, que están estudiando, o que tal vez no hacen nada en un momento determinado; y esta es la oportunidad de nosotros cogerlos y meterles mensaje”. E-BM no reconoce al Arte del Negocio Callejero vinculado al Jipó, sino más bien lo incluye en el arte de la vida. M-MMF hace Graffiti, y especifica cómo vender drogas, armas, traficar autos, robar TV y computadoras, forma parte (o formó) del mundo de mucho rapero americano en su país, no aquí en Cuba. “El negocio aquí —aseguran— es vender nuestra propia música.

Los criminales matan el sábado

Isaac-Criminale Flow empezó a rapear por puro embullo; escribe generalmente los días lluviosos porque alcanza un alto nivel de relajación; para él, “Hip Hop Revolución” es perfeccionar, lo mismo que un escultor quita lo basto y grosero del madero que en obra convertirá; cuestiona que el Lenguaje, Conocimiento y Arte del Negocio callejeros formen parte del movimiento cubano.

Expresiones usajonas que no forman parte del lenguaje estándar dado su carácter marcadamente coloquial, obsceno u ofensivo distinguen a Explosión Suprema. ¿Por qué motherfucker y no malas palabras directamente?

I-CF: Se trata de cómo decirla y del momento justo donde ubicarla en la canción. Hay momentos en que puede sonar más crudo, más burdo, más underground.

R-M: Homenaje al gran patrón mundial del rap, que, aunque no se quiera, es la guía del rapero cubano.

M-MMF: La aprovechamos para decir lo que queremos y no podemos realmente; ahí es donde cumple su función.

Aunque Hermanos de Causa en el No. 1 de Movimiento habló muy bien del concepto “agresividad”, ¿cómo lo ve Explosión?

R-M: Si cantas con una onda crítica sin ser agresivo, no se verá. Como hacemos música protesta, entre consejos y otras cosas, si no hablas fuerte, no tendrá sentido.

I-CF: Se supone que escribes algo para acompañarlo con el cuerpo. En una canción que tengo [Mastica Flow] declaro que mi cantar es agresivo; pero no estoy incitando al público a la violencia. Es sólo un modo de actuar violentamente.

M-MMF: No puedes ir por la calle todo el tiempo peleando “¡Oye qué te pasa!” La canción es el momento para dejar salir ese yo que uno tiene escondido. No puedes violentarte a toda hora.

I-CF: Es transformar toda esa energía negativa que tienes dentro, y hacerla llegar al público de otra forma, en un mensaje.

¿Qué esperan de veras de la Agencia Cubana de Rap?

R-M: La Agencia podría ser una gran institución y una gran defensa para el Hip Hop...

Esto del rap, ¿no es una perreta de ustedes, algo de juventud, una muchachada? ¿Creen que podrían vivir del rap el resto de sus vidas? ¿Se ven en el futuro?

I-CF: Estamos probaos. Hemos pasado por un millón de cosas…

Después de escuchar varias anécdotas sobre los obstáculos que han sufrido en su carrera de raperos, para que se percaten de que los que entiendo perfectamente, les canto “Persistiré/ aunque el mundo me niegue toda la razón”, un bolero popularizado por Elena Burke, «la señora sentimiento». Entonces Michel, totalmente excitado, declara: Lo que más me gusta de todo esto, lo mejor de todo esto es que, al final, cada uno practica el mismo sueño, ¿oíste? Dentro del mismo grupo. ¡Cóño, asere, ¿tú te imaginas nosotros…una pila ‘e GRAMMY? Es una cosa que está loca; pero… ¿te imaginas?

Bueno, dejémoslo aquí.

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OJO PARA EL DISEÑADOR

Biblioteca de Explosión

¿Qué lecturas de su infancia recuerda con mayor agrado? La Edad de Oro, Los Tres Mosqueteros, y La Historia de Elpidio Valdés. ¿Tiene algún libro permanentemente en su mesita de noche? La Santa Biblia. ¿Cuáles son los últimos libros que ha leído? Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Los Independientes de Color. Diccionario Cubano de Términos Populares y Vulgares. ¿Qué libro recomendaría incondicionalmente a sus amigos? Vindicación de Cuba, y La Biblia. ¿Y a sus enemigos? Biblia.

La Suprema compactoteca

-Jay Z: Mezcla moña con rap clásico al utilizar fondo light. Planet Asia: Fondo marcadamente melódico. «Cosas suaves pa descargar. Cosas relajadas». Mos Def: «Con background lírico hablan fuerte: no necesito la bulla del rap encima de mí to el tiempo», dice Michel. M.O.P. FlipMode Squad.

-Van Van, Manolito Simoné, Emiliano Salvador, Los Muñequitos de Matanzas. Marc Anthony.

-U2.


JUAN FRANCISCO MANZANO.

[esclavo]Poeta, 1797-1854 Primer poeta negro de la historiografia literaria de Cuba

Treinta años

Cuando miro al espacio que he corrido,/ desde la cuna hasta el presente día,/ tiemblo, y saludo a la fortuna mía/ más de terror que de atención movido./ Sorpréndeme la lucha que he podido/ Sostener contra suerte tan impía,/ Si tal puede llamarse la porfía/ De mi infelice ser, al mal nacido/ Treinta años ha que conocí la tierra;/ Treinta años ha que en gemido estado/ Triste infortunio por do quier me asalta/ Más nada es para mí la cruda guerra/ Que en vano suspirar he soportado,/ Si la calculo, ¡oh Dios! con la que falta.


Partido Independiente de Color [ CUBA 1912]

GUSTAVO URRUTIA

Columna “Ideales de una Raza” Diario de la Marina, (La Habana, abril 25 de 1928, p.7)
EL DIAGNÓSTICO
No puede negarse (que con negarlo no se oculta), ni hay por qué ocultarlo tampoco, que en Cuba existe lo que, por ser breves llamemos “prejuicio racial”; y habiendo dejado que este problema delicado se resuelva por sí mismo, como hacemos con nuestros asuntos más vitales, hay que reconocer, a la vez, que algo se ha mejorado en el tiempo que nos separa de la esclavitud. Y aquí me tienen [sic] ustedes ya hecho un magíster, echándome encima la responsabilidad de pretender señalar soluciones, y, por supuesto, al borde del ridículo más divertido de la época ¡Qué osadía…! El hombre se ha colado en el circo con su megáfono en ristre, hablando claro, haciendo afirmaciones rotundas, pretendiendo “entrarle” a un asunto delicado, tan espinoso, tan pasional, sobre el cual han discurrido tantos hombres esclarecidos en el mundo…! No hay caso, es el mismo de siempre, el de los climas cálidos…; el de la Cruz Milagrosa; el chiflado [sic] Pero no haya alarma, señores. Esto no es más que un ejercicio mental que me ha recitado un alienista para ver si… me regenero.

ARTE/FINAL [Julio Moracen]

Cautivo en un tambor tamani

coco

camino

ceiba

cementerio

Hice el viaje como un pez

Ochosí, el cazador

de una sola flecha

Me engañó con azúcar

Me engañó con azúcar y melaza.

Alberto Guerra Naranjo

Cuba, Escritor, 1963.







Premio de cuento de la revista La Gaceta de Cuba 1997 y 1999. Tiene publicados el libro de cuentos Blasfemia del escriba (Letras Cubanas, 2000).


Buscavidas (novela inédita.)Fragmento



[…] mientras la cafetera hervía a punto de botarse, recordó a Julio Cortázar. J.L tomó un paño con la mayor rapidez. Preparó medio vaso, se dio un buche del líquido humeante y quiso fumar. Pero faltaban los cigarros. Cortázar sí era un escritor del carajo, se dijo, de esos que no lo piensan dos veces para entrarle a la página. Cortázar, tremendo tipo Cortázar. Decidió bajar las escaleras, cruzar la calle, mirar de reojo al vendedor de churros, a la gente en la parada, llegarse hasta la esquina y comprar unos cuantos cigarros. Escribir no se puede sin cigarros, se dijo frente al viejo que los vende.

-¿Cuántos quieres?

- Deme diez.

¿Habría pasado el genial Julio Cortázar por los mismos pasmes que a él le sucedían? ¿Habría comprado cigarro a menudeo a un viejo renqueante, que contaría el dinero con una calma increíble antes de echarlo en el platico del bisne? ¿Habría sabido qué coño era bisne, qué coño cigarro a menudeo? ¿Habría arrastrado un colchón por la ciudad por tirarle un cabo a un par de marginales? ¿Habría trabajado alguna vez de C.V.P, en alguna empresita de París o Buenos Aires? ¿Habría corrido detrás de un extranjero para tumbarle unos fulas e ir tirando? ¿Habría pasado los mismos trabajos para escribir una cabrona palabra? El viejo trajo los cigarros y se quedó mirándolo.

- ¿Algún problema, muchacho?

- Nada, Prendes, pensaba un poco.

- Un consejo, muchacho: Estos tiempos no son para pensar. ¿Vas a comprar café?

- Gracias, Prendes, colé ahora mismo.

Esquinados en el borde de la mesa, el medio vaso y los cigarros serían testigos de las primeras palabras que recibiría la hoja en blanco. Ellas, las palabras, antes de inscribirse a través de las teclas, tendrían que aferrarse primero en la mente de J.L y luego ser paladeadas como si fueran dulce cocinado por su esposa. Eso era escribir. Eso y algo más que fumarse otro cigarro o pararse y caminar a la ventana para contemplar otra vez al vendedor de churros. J.L tuvo miedo ese martes. Un escalofrío le advirtió que sus pasos anteriores sólo eran pretextos para demorar el comienzo. Toda la fuerza de la Literatura estaba en el comienzo. Ningún escritor de ficciones que respetase el oficio podía darse el lujo de no meditarlo. Mirar por la ventana no lo salvaría de escribir, se dijo. Pero era un alivio ante la imposibilidad de encontrar una frase. La buena frase. Cada cual en la calle era presa de sus propias intenciones: los vecinos, los viejos con jabas camino a la bodega, la gente en la parada, las mujeres, el par de mecánicos debajo de un carro. Menos él, todos tenían prefigurado su comienzo. El vendedor de churros, por ejemplo, lo aseguraba con una eterna metafísica: Llegar temprano, calentar la manteca, colocar la harina con azúcar y pregonar churros, churros, vaya tu churro aquí. Pero con el escritor que intentaba la creación las posibilidades eran infinitas. Aunque la historia que pensaba escribir estuviese muy clara, los personajes, e incluso el tono, faltaban las palabras del comienzo. Llevaba días estrujando cuartillas sin que aparecieran. Hoy no me puede pasar lo mismo, se dijo. Dejó caer el cigarro hacia la calle, soltó el humo y se prometió no volver a la ventana hasta que escribiese una frase. La buena frase. Cuando estuvo otra vez frente a la Royal cerró los ojos, respiró profundo, puso las manos sobre el borde de la mesa, trató de pensar en la página en blanco y se maldijo. Finalmente se maldijo. Alguien había tocado la puerta.































































MATRIZ DE IDENTIDAD:LIBROS

  • BENITEZ ROJO, Antonio - La Isla que se repite, Editorial Casiopea, Barcelona,1998.
  • FANON, Frantz - Peau Noire Masque Blancs, Editions du Seuil, Paris, 1992.
  • MUNANGA, Kabenguele. Negritude: usos e sentidos. São Paulo, Ática, 1988.
  • ORTIZ, Fernando.Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, La Habana: Jesus Montero Editor, 1940.